Un tribunal de Moscú encarceló al líder de la oposición rusa Alexei Navalny durante 10 días el lunes (1 de julio) después de declararlo culpable de infringir la ley cuando participó en una manifestación callejera el mes pasado.
El crítico del Kremlin se encontraba entre los más de 500 manifestantes detenidos por la policía mientras se manifestaban en Moscú para pedir el castigo de los agentes de policía implicados en la supuesta inculpación de un periodista.
La protesta se produjo después de que la policía retirara abruptamente los cargos de drogas contra el periodista de investigación Ivan Golunov, un raro giro en U de las autoridades ante la ira de sus partidarios, que dijeron que era el blanco de sus reportajes.
Las autoridades esperaban que la liberación de Golunov y el prometedor castigo para quienes supuestamente lo incriminaron apaciguarían a sus partidarios, pero decidieron seguir adelante con la protesta.
“Diez días de detención por un mitin contra la arbitrariedad”, escribió Navalny en Twitter después del veredicto. “Es desagradable, pero creo que hice lo correcto. Si permanecemos en silencio y nos quedamos en casa, la arbitrariedad nunca se detendrá”. Navalny, la figura más prominente de la oposición rusa, ha pasado varios años en la cárcel por organizar manifestaciones antigubernamentales.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó en noviembre que los repetidos arrestos y detenciones de la Armada rusa en 2012 y 2014 estaban motivados políticamente y violaban sus derechos humanos, un fallo que Moscú calificó de cuestionable.
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